Fue mucho lo que aprendí de algunos de mis hermanos pastores en Colombia, sin embargo, todavía me pregunto si ellos aprendieron algo de mí.
COLOMBIA | preacher.no | por Victor Skimmeland | 20 de Abril del 2.018
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“Un obrero de Dios no tiene por qué depender de la plata que ofrece el asistente a su iglesia. Es el mismo asistente que usa — y abusa — el diezmo para tratar de controlar el Reino. Cuando Dios le llama, también provee.“ (Hechos 8:20)
Los pastores se hicieron independientes de sus ovejas, sin necesidad de mantener y sostener su pequeño rebaño.
Lo único raro es los mismos pastores volvieron a llamarme, según comentaron se presentó una situación, una necesidad.
¡Qué tal! hermano. ¿Como puede ser?
Los mismos pastores los cuales se impusieron sobre sus rebaños, no como siervos, sino como sus señores, sus amos, sus dones, no entendieron para donde se iba el rebaño y dijeron, !Infieles! Ingratos!
Los asistentes se fueron, no soportaron el abuso.
Y volvieron los mismos pastores a mí.
Estos pastores tienen que entender que yo no soy Dios. Dios siempre se presenta por medio del más pequeño asistente en su iglesia, el mismo asistente que Dios le puso en su camino (Mateo 25:40). No para ser escollo sino un bloque de construcción. Porque el templo no es hecho de concreto sino de los cuerpos de los asistentes.
Cuando Dios provee, es por medio de su mismo cuerpo. No por el misionero.
Pastor, le tengo que decir una cosa. Yo no soy Dios. Tampoco nunca fui.
Victor Skimmeland har blant annet studert teologi og jobba i kirke og misjon. Han blogger på preacher.no Copyright © 2018 Victor Skimmeland. Alt materiale som ikke er merka med annet, er fullt ut opphavsrettsbeskytta. Kommersiell bruk av stoff fra disse sidene må ha særskilt tillatelse. Spør meg. Ikke-kommersiell bruk er greit uten at du spør først — hvis du oppgir full kildehenvisning.
